Reflexión

El Umbral

En la foto: Norma Sosa Vidarte

Autora: Norma Sosa Vidarte 

Gerontóloga Comunitaria e Institucional

Santiago del Estero, Argentina

  Cruzar el umbral es iniciar un nuevo tiempo en el recorrido de la vida, es empezar a transitar de manera nueva, con mayores expectativas. El camino de la vida es un abanico de sorpresas; lo más importante es aceptarse como uno es, muchas cosas han pasado, la familia, la niñez, la juventud, el trabajo, lágrimas y sonrisas, pudimos sostenerla y sobrellevarla, sustentada por el bagaje y acumulación de vivencias que ella nos brindó en el largo peregrinar, donde nos mostró aspectos buenos y malos.

  En fin, cada uno de nosotros lo vivió a su manera y lo enfrentó con valentía, y así fuimos construyendo férreas columnas, las que hoy nos sostienen cuando empezamos a cruzar el umbral de la vida. Lo debes hacer con plenitud, sin culpas, sin agobios ni reproches, sin pensar que dejamos cargas o deudas en el fragor del andar por la vida. Por eso te invito a cruzarlo sin miedo, sin angustias; aprendamos a mirar los hechos positivamente y agradecer haber llegado a esta etapa última del ciclo de vida, donde cada día se abre una página nueva y debemos vivirla sin apuros, con actitud positiva, marcada por la alegría. Tenemos edad para enfrentarla con mucha paciencia, conocimiento, sabiduría, madurez y experiencia para seguir explorando, disfrutando que fuimos capaces de descubrir el valor del universo. El largo camino de la vida no es lo mismo que el mundo material, es mucho más amplio, profundo, solidario y generoso.

  Elaborar y concretar proyectos es la nueva consigna “ahora”. Todo el tiempo que queda es para ti, donde te dediques a cuidar tu cuerpo, tu espíritu, agilizar la mente, concretar amores y verte mejor, y por más que no te gusten tus arrugas, acéptalas con dignidad, son los surcos de la vida que recuerdan los años transcurridos, avisan que estás atravesando el umbral, el cual puedes transitar con fuerza, con seguridad, con inteligencia y confianza en ti, con la inquietud pujante de participar de reuniones sociales, políticas, culturales para preservarte del mundo. Justifica las nuevas generaciones que actúan con ímpetu, fuerza y hasta con mucha omnipotencia; esfuérzate y trata de adaptarte a ellos, conquístalos, fortalece ese eslabón con los jóvenes, los niños y tus pares. No te sientas viejo y cansado, no hay tiempo para eso, aférrate a la fe, solo queda tiempo para seguir y seguir, para hacerte respetar como persona mayor. Practica con fuerza tu condición de persona sujeto de derecho.

  Llegar al umbral de la vida es haber llegado a la plenitud, y abrir esa puerta nueva no significa perder los derechos, sino por el contrario, afianzarlos con dignidad y personalidad, defenderlos por ti y por todos los adultos mayores que comparten contigo esta nueva etapa y están en situación de vulnerabilidad.

  Es necesario reclamar una mayor intervención del estado y la sociedad civil, potenciando tus estrategias de creatividad con la fuerza puesta en la acción, porque revelarán por sí sola lo que significa defenderse y reinstalar los derechos adquiridos durante toda la vida.