Fuente: Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inass)
Va cayendo la tarde en el casco histórico de la ciudad capital. Entre la vorágine y el barullo de sus calles, se abre paso un espacio que sirve de remanso a la cultura. Es la Plaza “Juan Pedro López” del Banco Central de Venezuela.
Poco a poco se van llenando de vida los graderíos de un pequeño anfiteatro. El sonido de los instrumentos se va entremezclando con las tertulias de sus calurosos visitantes, que para grata sorpresa en su mayoría llevan con orgullo los cabellos encanecidos.
Una potente voz de tenor irrumpe la escena. Carlos "Cayemo" Martínez inicia la tarde musical con la canción "El Triste". Las miradas de los asistentes van delatando sus recuerdos de jóvenes enamorados que con picardía finalmente desembocan en una sonrisa.
Luego de 6 canciones, una estela de aplausos recibe al padre del primer intérprete. Su público le reconoce y lo aclama así como en el ayer. Carlos Martínez, quien fuera bautizado por el mismísimo Alfredo Sadel como Carlos "Marroquí", inicia su repertorio.
“Extraordinario el evento y evocando esa música que escuchamos y la bailamos durante muchos el años. Hemos pasado un rato maravilloso que esperamos que se repita. Recuerdo mucho la canción “el Jinete” sobre todo”. Afirmó Francisco Temari con 74 años edad, quien asistió a este recital.
Visiblemente emocionada Victoria Gutiérrez, de 64 años expresó: “Este evento es excelente, podemos afirmar que recordar es vivir”.
El espíritu aflora, los años ya no pesan, la felicidad impregna el ambiente, el milagro de la música se hace presente. El recorrido es variopinto y preñado de nuestra latinoamericanidad. Boleros, baladas, tangos y rancheras.
Esta es la manera como la Revolución Bolivariana, teniendo al pueblo como protagonista, ha rescatado espacios para el disfrute, para la recreación y para el vivir bien.
Prensa- Inass
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